El búho real (Bubo bubo) es una de las aves rapaces nocturnas más grandes del mundo y la mayor de Europa. Pertenece a la familia Strigidae y se caracteriza por sus grandes ojos anaranjados y sus “orejas” o penachos de plumas.

Características generales

Es un ave de gran tamaño, con entre 60 y 75 cm de longitud y una envergadura que puede llegar a 1,9 m.

Su plumaje es moteado en tonos marrones, negros y beige, lo que le permite camuflarse fácilmente. Tiene potentes garras y un pico curvado adaptado para desgarrar carne.

Los machos son algo más pequeños que las hembras, pero de aspecto muy similar.

Alimentación

Su dieta es muy variada: consume pequeños mamíferos, aves, reptiles e incluso otros depredadores. Caza principalmente de noche, desde un posadero elevado, lanzándose en vuelo silencioso sobre la presa.

Comportamiento

Es un ave solitaria y territorial, activa sobre todo al anochecer y durante la noche. Se orienta por el oído y la vista, extremadamente desarrollados. Emite un canto profundo y potente, especialmente en época de cría.

Las parejas permanecen unidas durante años y defienden su territorio de intrusos.

Reproducción

La época de cría comienza a finales del invierno. La hembra suele poner de 1 a 4 huevos, que incuba durante algo más de un mes.

Los polluelos permanecen en el nido hasta unas seis semanas, aunque dependen de los adultos varios meses más. El nido suele situarse en repisas de rocas, cuevas o incluso en el suelo protegido.

Amenazas

Entre sus principales amenazas se encuentran la electrocución en tendidos eléctricos, la caza ilegal, el uso de venenos y la pérdida de hábitat.

Los accidentes con vehículos también afectan a su población.

Distribución

El búho real habita gran parte de Europa, Asia y el norte de África. En España se encuentra distribuido por casi todo el territorio, salvo en las islas Baleares y Canarias. Prefiere zonas rocosas, montañosas y bosques abiertos con cortados donde puede anidar.

¿Sabías qué? 

El búho real puede girar la cabeza hasta 270 grados sin dañar sus vasos sanguíneos ni nervios.

Sus ojos no se mueven dentro de las órbitas, son fijos, por lo que depende del movimiento del cuello para mirar alrededor.

En muchas culturas se le ha considerado símbolo de sabiduría, aunque también de misterio o presagio.

Estado de conservación