Longitud

Longitud

60 – 130 cm

PESO

0,20 – 1,8 kg

Longevidad

60 años

Los guacamayos son grandes loros neotropicales, muy vistosos y con colas largas, que pertenecen a la familia Psittacidae. Habitan diversos ecosistemas de América Central y del Sur y son famosos por su inteligencia, vocalizaciones potentes y por formar parejas duraderas. Dentro del grupo hay desde “mini-guacamayos” ágiles y relativamente pequeños hasta los guacamayos de mayor tamaño mundial..

Características generales

Los guacamayos tienen un pico curvado y muy fuerte que les sirve no solo para abrir semillas, sino también para trepar y manipular objetos con gran habilidad. Sus patas presentan dos dedos hacia adelante y dos hacia atrás, lo que les da un gran agarre en ramas y superficies irregulares. El plumaje es muy variado y brillante: puede mezclar tonos rojos, verdes, azules y amarillos, y en ciertos miembros del grupo aparecen zonas de la cara sin plumas o pequeñas líneas faciales que cada individuo muestra de manera distinta. Dentro del grupo hay aves pequeñas y ligeras, pero también otras realmente grandes, que pueden acercarse al metro de longitud. Machos y hembras suelen parecerse tanto que, a simple vista, es difícil distinguirlos.

Alimentación

La base de la dieta de los guacamayos son los frutos, las semillas y las nueces, aunque en ocasiones también comen flores y brotes tiernos. Determinadas especies se especializan en semillas especialmente duras o en frutos de palmeras, lo que exige un pico muy poderoso; otras, cuando los recursos escasean, llegan a alimentarse de cultivos cercanos. Varios miembros del grupo visitan bancos de arcilla en las orillas de los ríos, ya que esa arcilla les ayuda a neutralizar las toxinas presentes en algunas de las semillas que consumen.

Distribución

Los guacamayos ocupan una amplia gama de hábitats en América Central y del Sur: selvas húmedas y ribereñas, bosques maduros, sabanas arboladas, pantanales con palmeras, llanuras inundables y también áreas semiáridas y quebradas rocosas en determinados casos.
Varias especies son generalistas y toleran paisajes alterados; otras dependen estrictamente de bosques maduros o de formaciones muy específicas (por ejemplo, palmares) y, por tanto, tienen rangos muy restringidos.

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Comportamiento

La vida social de los guacamayos puede variar mucho: hay especies que viven sobre todo en parejas o pequeños grupos familiares, mientras que otras forman bandadas grandes y muy activas. Son aves ruidosas y utilizan llamadas fuertes para mantener el contacto entre miembros del grupo, incluso a largas distancias. Las parejas suelen mantenerse unidas durante muchos años, trabajan juntas para defender el nido y cuidan de sus crías. En muchos casos, los guacamayos buscan alimento en grupo y vuelan en formaciones visibles y muy llamativas.

Reproducción

Los guacamayos suelen hacer sus nidos en huecos de árboles grandes, aunque otros miembros del grupo también aprovechan cavidades en acantilados o en palmeras. Lo habitual es que pongan entre uno y tres huevos, normalmente dos o tres. La incubación dura alrededor de tres a cuatro semanas y ambos padres colaboran estrechamente en el cuidado. Los polluelos permanecen con los adultos varios meses, y en las especies más grandes ese periodo de dependencia puede extenderse aún más.

¿Sabías qué?

El pico de los guacamayos es lo bastante fuerte como para romper nueces extremadamente duras; además les sirve para trepar.

  • Varias especies han dado nombre a proyectos de conservación emblemáticos por su alto riesgo en estado silvestre (por ejemplo el guacamayo azul-garganta o el de frente roja).

Los guacamayos son monógamos de por vida: una vez que eligen pareja, permanecen juntos para siempre. Se ayudan mutuamente a acicalarse, buscar comida y cuidar de sus crías.

Amenazas

Las mayores amenazas para los guacamayos provienen de la pérdida de bosques, la fragmentación del hábitat causada por la agricultura y la ganadería, y la tala de árboles que suelen usar para anidar. También sufren la captura ilegal para el comercio de mascotas y, en algunos lugares, la competencia con otras especies por los huecos donde crían. Mientras que ciertas especies no presentan un riesgo grave, otras, con poblaciones muy pequeñas o distribuciones muy limitadas, se enfrentan a un peligro real de desaparecer. Para ayudarles, se llevan a cabo programas de protección de bosques, cría en cautividad, liberación controlada y acciones educativas con comunidades locales. Gracias a estas iniciativas, varios integrantes del grupo se han convertido en símbolos de la conservación y en ejemplos claros de por qué es importante proteger sus hábitats.

Estado de conservación

Estado de conservación